La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina

Por las noches solo veo a Fermat

Se había puesto dos globos nuevos, y se encontraba feliz con ellos, había pasado de tener dos picos por tecas y un percing colgando de uno de los pezones, ha usar una talla que le permitía usar sujetador. De los tropecientos percing, desde la vulba hasta en el paladar, todos fueron cayendo en un acto de madurez (sic) aunque reconocía que se tiraba a un chico de 17 años, le hervía la sangre por esos pedófilos que se aprovechaban de los niños necesitados

Ere tres mil millones de corona más rica que hace un año. Y aunque el quien roba un ladrón, tiene muchos años de perdón. Ella pensaba donarlo a la caridad, a la carestía de su pobre cuerpo. Aunque rica, y en el caribe, todavía no podía olvidar los coffes que se tomaba tras una sesión sado con ese DON PERFECTO DE LOS COJONES.

Don Perfecto de los Cojones, en vez de cuidar a su hija y sentar la cabeza, seguía tirándose a todo aquello que NO tuviera algo colgando de las piernas. No pedía ni carnet ni tenía baremo, le daba igual el agujero. Famoso, guapo creido, un año más viejo, y con algo de dinero, no hacía otra cosa que pasearse entre fiestas y fiestas, pero siempre con su caffe late. Aún no podía olvidar ese trauma, cojeaba a veces , y algunas veces las hemorragias anales de delataban de lo que había sucedido hacía ya un año "Cuando probó a un hombre por primera vez" y "le enseñó los beneficios del golf".

Y se pasaba una y otra vez por la casa de hacker Sally, le petaba el correo con Spam, y insistía en un número de móvil que hacía tiempo había dejado de pertenecer a su dominatrix.

Pero la pirómana no soñaba otra cosa que actuar incoscientemente, solo por una cerilla, solo por un bidón de gasolina.

Y es que Lisbeth Salender se había enamorado.

...
La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina por Stieg Larsson
Versión off the record
Bajo el título: Desde Rusia con Amor