El 10 de junio de 1944, por la única carretera del pueblo, vinieron los soldados, ahora nadie vive aquí. Solo permanecieron unas pocas horas, cuando se fueron, los miembros de la comunidad que habían vivido desde hace más de mil años, habían muerto. Esto es Oradour-Sur-Glane, Francia.
El día que vinieron los solados se reunió a las gentes, las mujeres y niños fueron conducidos por la carretera, los metieron en la iglesia, los hombre fueron llevados a garajes y graneros, ahí oyeron los gritos cuando los niños y las mujeres fueron quemados vivos. Después, con una descarga más, a ellos también los asesinaron.
Aquel día fueron asesinadas por la SS, 642 personas, entre los que se encontraban 207 niños ametrallados y quemados en la iglesia, casi todas las personas presentes en la población que además, vio destruido todo el pueblo tras el incendio, quedando completamente en ruinas. Oradur, carente de toda relevancia estratégica militar, en pleno desembarco de Normandía, solo fue la cara que mostraban diariamente estos mismos soldados en el frente Este y su Guerra Total.
Oradour-Sur-Glane no ha sido reconstruido, como el recuerdo vivo de la vergüenza humana, para que estas desgracias jamás ocurran.
Introducción oída en el documental "El mundo en guerra"
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