Este onvre, no, digo, este jran onvre que ha pario la humanidad. Ese labio carnoso, uiuiuy que me pongo, ese bigote fino sobre la comisura infinita, uiuiuy que me está creciendo, y qué me dices de esa gafas de diferente tonalidad, dejando entre ver esa mirada de hombre orgulloso de llevar tanga, o ese pelo seco y lacio de excesos en la playa, uiuiuy que no me aguanto, ese cuello de camisa levantado estratégicamente para ocultar los excesos de las mujeres con las que se acostó la noche anterior, uiuiuy que me estoy quedando pillado. Este jran onvre, es Günther, una nueva estrella del Pop Dance internacional.
El ha renovado el género de video-cutre dance salchichero con guarrillas desnudas, y lo ha elevado al género de obra de arte, de maravilla, de belleza, trasciende todo lo visto. Es un transgresor. Cambiar el mundo para que pensemos de una forma sexual. Es la ‘moda Günther’. Los cuatro principios fundamentales sobre los que Gúnther sustenta su filosofía son “Champagne, Glamour, Sex and Respect”. Impecable: sólo el PP no se apuntaría a ese consenso, pero eso sería porque no se han oído su disco “Pleasureman”.
Es sueco, pero con alma alemana, que reside en Portland y es sabido que veranea en España, de ahí esa fuerte presencia latina, es un onvre hecho por y para el mundo. El tiene gusto, el es mayor depravado, utiliza las mujeres no como ves a ciertas “musas” (chonis que abandonaro
n sus lorcillas en pos del ser unas Kate Moss con chicha embutidas en un pantalón de Berska) pasear lánguidamente su estupidez supina por discotecas. El sabe dar a la mujer lo que pide, son sus Sunshine Girls.
Pero, volviendo al bigotón de Günther hay que decir que una cosa es tener bigote y otra muy distinta obligar al cámara estar pegado a éste. Magnetismo. Y no sólo eso, te dedicas a poner morritos para que el respetable público disfrute de sus flexiones de bigotón, y esa mirada tras la gafas que solo pueden decir "cómeme". Oh la, la!.
Es tan jrande, que no necesita cantar, para eso están esas rubias mujeres bellas semidesnudas, Günther no permite que el intentar dar notas agudas le despiste de lo primordial: la actitud impertérrita para gozar del champagne, el glamour, el sexo y el respeto. Cantar es lo mismo que poner cara de culo, y en la visión sexual de Günther sólo hay cabida para sentencias filosofales como “Mamma Mia, give me a sangría”. No quiero recordar a Julio Iglesias, que solo posa, imitando en morritos y con un bronceado, eso si, le falla las mujeres Sunshine… ¿Pues qué no será entonces Günther?.
La mezcla de voces, frases, esos cambios de ritmo, es big breat que rompe con lo establecido por Prodigy, o esas castañuelas, se atreve a mezclar los sonidos más puros con los vanguardista. Cuando habla español, siento un ligero aleteo de mariposas en el estómago, y es que este onvre es parco en palabras, si, porque no necesita expresar más de lo que dicen sus morritos... ¡Y eso sólo puede concluir con castañuelas!. Más si dices cosas en español como “Bananas (plano de paquetín)/ Melonas (plano de tetas)”. Este onvre representa todo lo que una mujer necesita, todo lo que un onvre aspira a ser.
Frente a la deleznable oferta musical dance del continente americano (desde el reaggetón hasta el hip hop) donde las mujeres son meros cachos de carne al servicio del maromo de turno, en el universo Günther es una fiesta para los sentidos donde todas las tendencias sexuales quedan satisfechas. Las Sunshine Girls – las que cantan con Günther – tanto se acarician mutuamente los pechos como gozan de los ceñidos e impolutos calzoncillos blancos de los chiquillos que ellas llevan en moto. Günther sabe vivir en democracia, Günther es la voz del pueblo.
“I go to la playa/ viva la summer holiday”. “Hola Hola Rata-rata-ra”. Rimar fiesta con siesta. Günther es y será un alemán de corazón, lo cual implica que, para él, el referente sensual-veraniego siempre van a ser las Baleares, con todo lo que ello implica. Cada vez que veo un inglés por Mallorca, u otro lugar, quiero estrangularlo, pero cuando me topo con un alemán en tanga, con bigotón y con tripilla cervecera sonriéndome afablemente, entonce pienso que el mundo es un lugar mejor.
Qué será de él, ya que ha encontrado muy pronto la absoluta perfección en su estilo. Y, claro, la evolución no resulta fácil. ¿Qué añadir a lo que ya es perfecto sin correr el riesgo de desvirtuarlo?. Vender camisetas siempre es una posibilidad, pero sus morritos no solo deben quedar plasmado en tela, deben de ser universal.
"Ohhhh… You touch my tra-la-la…”. Günther, este gran “onvre del placer”.
El ha renovado el género de video-cutre dance salchichero con guarrillas desnudas, y lo ha elevado al género de obra de arte, de maravilla, de belleza, trasciende todo lo visto. Es un transgresor. Cambiar el mundo para que pensemos de una forma sexual. Es la ‘moda Günther’. Los cuatro principios fundamentales sobre los que Gúnther sustenta su filosofía son “Champagne, Glamour, Sex and Respect”. Impecable: sólo el PP no se apuntaría a ese consenso, pero eso sería porque no se han oído su disco “Pleasureman”.
Es sueco, pero con alma alemana, que reside en Portland y es sabido que veranea en España, de ahí esa fuerte presencia latina, es un onvre hecho por y para el mundo. El tiene gusto, el es mayor depravado, utiliza las mujeres no como ves a ciertas “musas” (chonis que abandonaro
n sus lorcillas en pos del ser unas Kate Moss con chicha embutidas en un pantalón de Berska) pasear lánguidamente su estupidez supina por discotecas. El sabe dar a la mujer lo que pide, son sus Sunshine Girls.Pero, volviendo al bigotón de Günther hay que decir que una cosa es tener bigote y otra muy distinta obligar al cámara estar pegado a éste. Magnetismo. Y no sólo eso, te dedicas a poner morritos para que el respetable público disfrute de sus flexiones de bigotón, y esa mirada tras la gafas que solo pueden decir "cómeme". Oh la, la!.
Es tan jrande, que no necesita cantar, para eso están esas rubias mujeres bellas semidesnudas, Günther no permite que el intentar dar notas agudas le despiste de lo primordial: la actitud impertérrita para gozar del champagne, el glamour, el sexo y el respeto. Cantar es lo mismo que poner cara de culo, y en la visión sexual de Günther sólo hay cabida para sentencias filosofales como “Mamma Mia, give me a sangría”. No quiero recordar a Julio Iglesias, que solo posa, imitando en morritos y con un bronceado, eso si, le falla las mujeres Sunshine… ¿Pues qué no será entonces Günther?.
La mezcla de voces, frases, esos cambios de ritmo, es big breat que rompe con lo establecido por Prodigy, o esas castañuelas, se atreve a mezclar los sonidos más puros con los vanguardista. Cuando habla español, siento un ligero aleteo de mariposas en el estómago, y es que este onvre es parco en palabras, si, porque no necesita expresar más de lo que dicen sus morritos... ¡Y eso sólo puede concluir con castañuelas!. Más si dices cosas en español como “Bananas (plano de paquetín)/ Melonas (plano de tetas)”. Este onvre representa todo lo que una mujer necesita, todo lo que un onvre aspira a ser.
Frente a la deleznable oferta musical dance del continente americano (desde el reaggetón hasta el hip hop) donde las mujeres son meros cachos de carne al servicio del maromo de turno, en el universo Günther es una fiesta para los sentidos donde todas las tendencias sexuales quedan satisfechas. Las Sunshine Girls – las que cantan con Günther – tanto se acarician mutuamente los pechos como gozan de los ceñidos e impolutos calzoncillos blancos de los chiquillos que ellas llevan en moto. Günther sabe vivir en democracia, Günther es la voz del pueblo.
“I go to la playa/ viva la summer holiday”. “Hola Hola Rata-rata-ra”. Rimar fiesta con siesta. Günther es y será un alemán de corazón, lo cual implica que, para él, el referente sensual-veraniego siempre van a ser las Baleares, con todo lo que ello implica. Cada vez que veo un inglés por Mallorca, u otro lugar, quiero estrangularlo, pero cuando me topo con un alemán en tanga, con bigotón y con tripilla cervecera sonriéndome afablemente, entonce pienso que el mundo es un lugar mejor.
Qué será de él, ya que ha encontrado muy pronto la absoluta perfección en su estilo. Y, claro, la evolución no resulta fácil. ¿Qué añadir a lo que ya es perfecto sin correr el riesgo de desvirtuarlo?. Vender camisetas siempre es una posibilidad, pero sus morritos no solo deben quedar plasmado en tela, deben de ser universal.
"Ohhhh… You touch my tra-la-la…”. Günther, este gran “onvre del placer”.
Esta entrada es un resumen de Vicisitud y sordidez sobre Bigotón Günther.
Posiblemente la mejor entrada de un blog que haya leído hasta ahora.
Porque se me ha ocurrido un copy&paste sin pudor, pues solo para una petición para este Magno Onvre cante y versione como él lo sabe hacer el Paquito el chocolatero, no es ninguna tontería:
Posiblemente la mejor entrada de un blog que haya leído hasta ahora.
Porque se me ha ocurrido un copy&paste sin pudor, pues solo para una petición para este Magno Onvre cante y versione como él lo sabe hacer el Paquito el chocolatero, no es ninguna tontería:
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