Es así, ojalá sea algo bueno para esas personas, de corazón, sin maldad.
Ya sabemos que si eres Dios, puedes tener varias opciones; desviar la señal de la tele en la final de la Chanpions para dar un comunicado, hablar con el Papa que para eso es tu representante (¿digo yo?), la última opción, mostrarte ante unos pastorcillos menores de edad, analfabetos y tachados de lunáticos. Si eres realmente Dios, claro, usarás la tercera por lógica.
Después están los milagros, que los hay de todos y para todos, y todo el mundo conoce el primo de alguien que tuvo un milagro, así de la misma forma, todo el mundo tiene alguien que conoce el tío de alguien que ha visto un objeto extraño en el espacio. Los milagros, pues ocurren cada día. Cuánta gente cruza la carretera sin mirar, o cuando llueve y truena en el bosque lo primero que hace es refugiarse bajo los árboles. Milagros cotidianos.
Y por último están las representaciones divinas. En la zarza que nunca se consumía, en la pared de Bélmez, y en toda la iconografía y parafernalia que tan bien rodea la Ciudad del Vaticano, bendecida tiene un plus...
Y es en estas representaciones donde entra en juego la escatología, no, no lo que hay detrás de la vida, que eso no me importa, estaré muerto y además aunque "volviera" no lo pienso contar pardillos. Hablo de la escatología en estado puro,de lo que sale del animal, lo que nos hace animal, en fin, la lluvia dorada a lo Belladona pero en chucho. Y me callo, y dejo el vídeo después de clicquear en -Leer más-.
Ya sabemos que si eres Dios, puedes tener varias opciones; desviar la señal de la tele en la final de la Chanpions para dar un comunicado, hablar con el Papa que para eso es tu representante (¿digo yo?), la última opción, mostrarte ante unos pastorcillos menores de edad, analfabetos y tachados de lunáticos. Si eres realmente Dios, claro, usarás la tercera por lógica.
Después están los milagros, que los hay de todos y para todos, y todo el mundo conoce el primo de alguien que tuvo un milagro, así de la misma forma, todo el mundo tiene alguien que conoce el tío de alguien que ha visto un objeto extraño en el espacio. Los milagros, pues ocurren cada día. Cuánta gente cruza la carretera sin mirar, o cuando llueve y truena en el bosque lo primero que hace es refugiarse bajo los árboles. Milagros cotidianos.
Y por último están las representaciones divinas. En la zarza que nunca se consumía, en la pared de Bélmez, y en toda la iconografía y parafernalia que tan bien rodea la Ciudad del Vaticano, bendecida tiene un plus...
Y es en estas representaciones donde entra en juego la escatología, no, no lo que hay detrás de la vida, que eso no me importa, estaré muerto y además aunque "volviera" no lo pienso contar pardillos. Hablo de la escatología en estado puro,de lo que sale del animal, lo que nos hace animal, en fin, la lluvia dorada a lo Belladona pero en chucho. Y me callo, y dejo el vídeo después de clicquear en -Leer más-.
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