Ya tenemos debate. Pactado y bien atado.
Con naturalidad, oye, que quede todo de improviso, que sepan luchar con las ideas y no con el guión, que sepan defenderse sin pinganillos ni portavoces. Todo natural, sí, por los cojones.
La temperatura a 21ºC, la distancias para que no salten y se muerdan como la cámara de los Comunes, los chistes y los insultos, lo que no y lo que si se pueden decir. Todo bien empaquetado y encorsetado, sellado y preparado, como una boda, pero política.
Es una pena, que intenten copiar el modelo americano de debate, entre otras cosas, y no copien la originalidad de los discursos, de las defensas y de las acusaciones que se establecen entre ellos, pequeñas puyas, mientras que el prójimo ríe esperando su turno para devolverle el golpe. Sin duda que allí también se lee un guión, pero será que son maduritos ya en esto del show político, de la misma forma que pacta hasta el último detalle, pero donde ahí se toma con naturalidad y no da portadas, dando la sensación de espontáneo y rozando lo sincero (dentro de la palabra político), aquí cada mínimo detalle se pelea, se filtra a los medios como conquista, y de ningunear a los pobres periodistas por la posibilidad estar en el bombo de los moderadores, más que un premio parece una crucifixión del más justo.
Es una pena, con el formato que importaron de "Tienen una pregunta para usted...", que aunque preparado, como todo, sin tiempo ni trampas, me resulta más vistoso. Por qué no se puede someter de verdad a preguntas a los dos candidatos, en vez de repetir lo que ya han repetido hasta la saciedad, bla bla bla, una y otra vez, si empezaron hace más de un mes. Por qué no se enfrentan a la pregunta de verdad en vez de pedir tensión, jalear, insultar, y encrispar desde los asientos.
Es utopía, lo sé. Nadie querría responder que todo lo que dicen solo son promesas, eso si, promesas electorales.
Con naturalidad, oye, que quede todo de improviso, que sepan luchar con las ideas y no con el guión, que sepan defenderse sin pinganillos ni portavoces. Todo natural, sí, por los cojones.
La temperatura a 21ºC, la distancias para que no salten y se muerdan como la cámara de los Comunes, los chistes y los insultos, lo que no y lo que si se pueden decir. Todo bien empaquetado y encorsetado, sellado y preparado, como una boda, pero política.
Es una pena, que intenten copiar el modelo americano de debate, entre otras cosas, y no copien la originalidad de los discursos, de las defensas y de las acusaciones que se establecen entre ellos, pequeñas puyas, mientras que el prójimo ríe esperando su turno para devolverle el golpe. Sin duda que allí también se lee un guión, pero será que son maduritos ya en esto del show político, de la misma forma que pacta hasta el último detalle, pero donde ahí se toma con naturalidad y no da portadas, dando la sensación de espontáneo y rozando lo sincero (dentro de la palabra político), aquí cada mínimo detalle se pelea, se filtra a los medios como conquista, y de ningunear a los pobres periodistas por la posibilidad estar en el bombo de los moderadores, más que un premio parece una crucifixión del más justo.
Es una pena, con el formato que importaron de "Tienen una pregunta para usted...", que aunque preparado, como todo, sin tiempo ni trampas, me resulta más vistoso. Por qué no se puede someter de verdad a preguntas a los dos candidatos, en vez de repetir lo que ya han repetido hasta la saciedad, bla bla bla, una y otra vez, si empezaron hace más de un mes. Por qué no se enfrentan a la pregunta de verdad en vez de pedir tensión, jalear, insultar, y encrispar desde los asientos.
Es utopía, lo sé. Nadie querría responder que todo lo que dicen solo son promesas, eso si, promesas electorales.
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