Hoy me siento Libre!

Ayer en un arrebato de pasión rebelde, posiblemente tras ver Che: El Argentino, decidí despedirme de mi sistema operativo de toda la vida:

-¡Que te vaya bonito Güindous equispe de las narices!¡Hola mundo, bien hallado Ubumtu hardy!

Con alevosía, mucha, y más nocturnidad que de costumbre, me descargué Ubumtu 8.04.1, por probar, para sentirme fresco y libre, sin virus ni jodidos ejecutables, ni cuelgues imprevistos ni "Parece que el programa no responde: Finalizar Ahora" tras esto "Enviar el millonésimo error Güindous para que nos riamos". Y fue así, ir a Softonic, descargármelo, y en media hora (gracias a la nueva conexión a internete del vecino que es de unos flamantes 6mb) ya estaba trasteando con él.

Mi impresión, la primerísima: No es un lujazo, no es bonito, es cutre, y parece viejo, me recuerda al añejo Güindous 3.11 versión estudiante -mi primer sistema operativo que jodí sin querer queriendo- , porque su diseño es anti diluviano, horroroso. Si, vale, lo comprendo que es un sistema operativo libre que se mueve al perfección en tarjetas de 64mb e incluso de 32mb, pero no estaría mal un diseño como este. Es cierto que Ubuntu no es de los escritorios más feos, sin cambiar nada se puede trabajar en un entorno agradable, pero si queremos tener algo especialmente bonito, hay que ponerse a personalizarlo bastante, cosa en la que estoy aremangándome las mangas para pescar peces ahora mismo.


Porque si un hamster puede cambiar de güindous a linux, yo también ¿no?. Porqué:

Imagina un lugar
donde todo es posible,
donde todo el mundo
puede volar,
sé Linux.

Así que mi siguientes pasos en Hardy será 1) aprender que coño plugins le falta porque no tengo ni remota idea de donde sacarlos, 2) instalar el flamante dock a lo maquero de linux, y 3) averiguar como se hace eso del fusión compiz tan molón, y por último dejar de dudar si me equivoqué con esta decisión tan repentina.

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